viernes, 14 de noviembre de 2008

¿Es bueno el colecho?



No creo que yo sea quien para decir eso, pero tampoco pienso que nadie esté en situación de hacerlo. Es decir, ni bueno ni malo. Y diréis: "Pues vaya una lista, menudo post que te has currado, maja!".

Me explico:

Cada familia, cada niño y cada padre y madre tienen su vida, su circunstancia, su situación particular. En muchos países el colecho es algo común, sobre todo en oriente, y en ningún momento los niños crecen más listos o tontos, más consentidos o miedosos. Cuando llega una edad concreta, ellos mismos incluso, pasan a su habitación sin ningún tipo de problema o trauma. De hecho hay numerosos estudios que demuestran que los niños que duermen con sus padres son niños más sociables, seguros de sí mismos etc.

En occidente no está tan bien visto, o por lo menos la gente no acostumbra a decir abiertamente que duermen con sus hijos, pero a lo mejor nos llevaríamos una sorpresa si supiéramos la cantidad de gente que lo hace.

Personalmente, mi hijo cuando nació dormía con nosotros en la misma habitación (lógico, como casi todos), aunque en una minicuna a mi lado, para darle el pecho a demanda por las noches. Después le pasamos a su habitación para que durmiese en su cuna, en su espacio, pero francamente no le hacía mucho chiste. Mi hijo nunca ha sido de dormir bien o mejor dicho, "del tirón". Siempre se ha despertado varias veces (muuuuchas), y curiosamente si le acabábamos por meter en nuestra cama, se dormía prácticamente al instante. Será porque desde recién nacido ha estado acostumbrado al ambiente de esa habitación y esa cama (donde le daba el pecho), y se encuentre a gusto, será que le echa más cara que espalda al asunto y con aita y ama se está genial, a su calorcito.

Cualquiera de las razones no me parece mala en absoluto, aunque si alguno de los padres tiene algo parecido al insomnio, o habla o grita en sueños, se mueve bastante o con bastante fuerza, eso podría ser peligroso incluso, sobre todo cuando son más chuiquitines.

Si no, siempre se ha dicho que no hay problema siempre y cuando los padres no tengan obesidad morbida, o hayan ingerido alcohol o algún estupefaciente. También hay que tener cuidado de no taparle demasiado, el propio calor de los padres y un pijama adecuado con una buena temperatura en la habitación es suficiente.

También se practica el colecho para mayor comodidad, tanto para la madre como para el bebé, cuando es tan chiquitin y toma cada poco tiempo. Así, se le pone al niño directamente al pecho sin tener que moverlo demasiado ni moverse la madre (que bastante cansada está), y cuando se sacia deja de tomar y la madre apenas se entera, durmiendo los dos plácidamente.

Lo "malo" que podría tener bajo mi punto de vista es que según vaya creciendo, se acostumbre a dormir SOLO Y EXCLUSIVAMENTE con sus padres y no pueda ser capaz (o no quiera) dormir en su cuna él solo o en otra habitación si en algún momento así tuviera que ser. Eso sí que podría suponer un problema. De momento y por experiencia propia, no me ha pasado. Mi hijo tiene ya 14 meses y duerme en su cuna sin problema (que yo sepa, claro). Alguna vez se despierta alterado, puede que por alguna pesadilla, o porque se ha despertado y quiere su chupete y no lo encuentra. De hecho, le he dejado con 3 chupetes para dormir y no sé si se queda más tranquilo, pero duerme plácidamente hasta las 6-7 de la mañana, desde las 21:00 que le acuesto aproximadamente.

Sinceramente, nos ha costado mucho que regulara su sueño, porque se despertaba mucho y no quería estar sólo, porque estaba malito con fiebre y le acostábamos con nosotros... por lo que sea. Pero hoy en día duerme bastante bien, de hecho le suelo acostar aún despierto (antes le tenía que llevar dormido) y no dice ni mú. De todas maneras, si cae enfermo y tiene fiebre alta, no dudaremos en meterle de nuevo en nuestra cama, que como dice su pediatra, "con aita y ama todos los males se curan antes y mejor". Y doy fe de ello.

Así que nada, aquellas familias que practiquen el colecho y no se atrevan a admitirlo por el qué dirán, que no se sientan cohibidos, porque a nuestros hijos les conocemos sólo nosotros, sus necesidades, miedos y costumbres, y los demás pueden decir lo que sea. Y los que no sepan lo que es dormir con los nenes y despertarse por la mañana con sus risitas de contento al ver a sus padres a su lado, pues se lo perderán, sin más.

Existen dos libros que hablan sobre el sueño de los niños y la opción al colecho, los dos muy contrarios. Yo he leído ambos, y los he puesto en práctica en diferentes momentos de la vida del nene. Tampoco se puede radicalizar ninguna de las dos opciones, pienso que hay que adaptarlas a las necesidades, personalidad del niño y circunstancias familiares.

Uno es "Dormir sin lágrmias", de Rosa Jové y el otro es "Duérmete niño", de Eduard Estivil. Ya hablaremos en otro artículo de las diferencias entre ellos y el gran debate que se forma en cuanto a dejar llorar al niño hasta que se duerma o no.

Espero que os haya servido para algo este artículo, aunque sea para afianzaros más en vuestras ideas, sean cuales sean.

Un saludo!!

2 comentarios:

Lii dijo...

Eider! Un saludito guapa. Yo no practico el colecho literalmete, duerme en su cunita junto a nuestra cama, y estamos muy cómodos así. Pero si él lo quisiera, o no estuviera tranquilo en la cuna, vendría con nosotros sin problema, porque lo que de verdad necesita es saber que no está solo, esté donde esté. A veces, despues de darle pecho, se queda dormidito y le dejo en la cama, otras le llevo a su cuna. Creo que no es bueno que haya reglas para todo.
Besos! Lide.

Rose dijo...

¡Hola!
Cada familia es un mundo, y cada niño un universo...
Mi primer hijo, con un mes y una semana, dormía solo en su habitación, y de tirón (normalmente). Pero cuando ha estado malito, y no ha podido dormir, siempre ha dormido con nosotros en nuestra cama. Ahora, con cuatro años y medio, le gusta venir a nuestra cama a media noche, los días de fiesta... y a nosotros nos encanta. De hecho, los viernes a la noche nos metemos a la cama diciendo "a ver si viene esta noche".
En cambio, nuestra segunda hija, que este mes cumplirá un año, siempre se ha despertado mucho por las noches, y, aunque ahora duerme en su habitación, es habitual que a media noche venga a nuestra cama. De hecho, lo extraño es que acabe la noche en su cuna.
Yo también leí el "Duérmete niño" (¿alguién no?), y desde luego no lo he puesto en práctica. Los despertares nocturnos son totalmente normales en los niños, y no son un problema, desde luego, no un problema del niño, en cualquier caso, sería un problema para los padres. Pero si alguién dijo que ser padres era cómodo, mentía...
Un saludo...